Consulta de fertilidad en SS

He pasado unos días difíciles. Muy nerviosa y de bajón. No se si se debe a que ayer tuve la primera consulta de fertilidad en la Seguridad Social. 
Llegamos a la sala de espera mi marido y yo un poquito enfadados, estos días estoy un poco repelente la verdad y a todo le pongo la puntilla, lo que tiene que aguantar el pobre... Enseguida se nos ha pasado y menos mal, porque hemos esperado casi 2h hasta que nos llamaron, imaginaos que aburrimiento allí 2h sin hablarnos, jeje
Pues he de contaros que la experiencia ha sido muy buena. Quizá esperaba del sistema público lo que me ha tocado hasta ahora: médicos bastante incompetentes que no escuchan al paciente y que le quitan importancia al problema. Pero esta vez no ha sido así. El médico me ha escuchado, ha asumido el problema y tras hacerme una revisión completa nos ha dicho que lo mejor es ir directamente a la FIV y nos ha pedido tropecientas pruebas. Ha sido muy agradable con nosotros. Vamos que he quedado encantada.
Hemos pedido las citas. Las analíticas mi marido ya se las va ha hacer el lunes. Yo tengo que esperar un par de reglas porque aun no tengo del todo resuelto el ectopico. Las genéticas no nos han dado cita hasta junio y el seminograma nos han comentado que en un mes nos llamaran para darnos la cita.
A ver como se desarrolla el tema, las pruebas parece que no tardan mucho, sobretodo teniendo en cuenta que nosotros ya tenemos que esperar los 6 meses porque me administraron metotrexato para resolver el ectopico.  Lo malo es que creo que una vez acabemos con las pruebas hay que entrar en lista de espera que es como de 2 años. Así que acabaremos en la privada. No quiero descartar la pública porque si en la privada nos va mal siempre tenemos la opción de seguir con intentos gratis en la Seguridad Social. Por otro lado así nos van haciendo mas pruebas y si tuviéramos que hacerlas en la privada, pues eso que nos ahorramos porque ya llevaríamos las de aquí.
En el camino de vuelta a casa, tras la consulta, he venido pensando en lo difícil que es para nosotras (las infértiles) y lo fácil que es para los demás. Lo que tenemos que aguantar y lo que tenemos que luchar. Un camino contracorriente, verdaderamente agotador, mientras los demás en el canal paralelo, van a favor de la corriente, los ves pasar tan felices y relajados y tu sudando la gota gorda. 
Es lo que nos ha tocado vivir, tenemos que aceptarlo, coger fuerzas y luchar. Pero que difícil es a veces no perder el aliento...